miércoles, 24 de julio de 2013

Amé el descarrilar de tu inocencia ante la vida. Amé tu incontrolable temperamento y tus posteriores lamentos. Amé tu caminar desgarbado y tu rostro hostil y alterado. Amé el soul que te compuso. Porque jamás perteneciste a nadie, fuiste canciones insensatas y arriesgadas para muchos y una de las grandes para quien te respetó como artista. Te enamoraste, odiaste, perdonaste y te cansaste de la vida que tan deprisa viviste.


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